Me leen...

viernes, 29 de julio de 2022

Ciego y solo



Luchia Puig


Cuando nos conocimos, nuestras miradas eran limpias, transparentaban ilusión. Con el paso del tiempo la de mi pareja se fue oscureciendo. Pensé en que la pupila se dilata en la penumbra, pero a plena luz del día sus ojos aparecían sanguinolentos. Si me fijaba detenidamente, cosa que trataba de hacer con disimulo, empezaba a encontrar sentido en aquellas líneas rojas, letras, imágenes, casi un relato completo de cada una de sus andanzas. Aquel hombre tan, aparentemente, honesto, no dejaba títere con cabeza. Pude leer cada aventura que siempre me negó; sus coqueteos, sus armas para convencer, su soltura a la hora de mentir y tergiversar; hasta se le habían quedado impresas las veces que había dormido fuera de casa y con quién. 

Uno no engaña a quien verdaderamente ama, la mentira se suele pagar muy cara. 

Me harté de sus palabras envenenadas, aquellas que se contradecían con la historia que veía cuando le miraba. En sus ojos casi no quedaba espacio para más engaños. 

Nunca me creyó, me reprochaba falta de amor, decía que había dejado de quererlo y por eso le decía todas aquellas cosas. Y ahí, sentado delante de mí, era capaz de ir negando cada imagen que yo veía o leía, su cinismo no tenía límite, así que el límite lo puse yo. 

En una relación, la sinceridad es un pilar fundamental. Igual que no deseas ser engañado, tampoco debes engañar.
© Yashira  2022




viernes, 5 de marzo de 2021

"LIBERTAD"

 


LIBERTAD, palabra grandilocuente, normalmente, mal utilizada, en SU nombre se cometen demasiados libertinajes. 

Cada vez que te reprochaba que no hacíamos nada juntos, sacabas la bandera de tu libertad, la que enarbolabas ante mí para dejarme de lado en tus salidas, en tus reuniones, en tus tardes y noches de copas con los amigos. Mi idea de libertad era otra, era la libertad que me había llevado a compartir contigo mi vida, aunque en mi idea de libertad no iba incluida la soledad. 

Ante una pandemia mundial, libertad, libertad para no usar mascarilla, no vacunarte, no mantener distancia de seguridad, esa es tu idea de libertad. No, amigo, no. Mi libertad es la de alejarme de ti, y reprocharte, sí, reprocharte que causes dolor y enfermedad, porque no es más libre quien hace lo que le da la gana, sino quien actúa con generosidad y amor hacia los demás, procurando el bienestar común por encima del propio. Tu libertad termina donde comienza la mía y la de mis seres queridos. 

Claro que debemos exigir libertad de expresión. Pero debe haber alguna cuando se dicen tantas sandeces y no pasa nada. La libertad de expresión debe incluir la crítica y el reproche a cualquier institución, pero me pregunto si todo cabe en ese saco. Si pides que le den un tiro en la nuca a alguien conocido, o que pongan una bomba en tal o cual edificio, si crees que hay determinadas personas que no tienen derecho a la vida o a la integridad física, eso ¿Es libertad de expresión? ¿O estás animando a que se lleve a cabo? ¿No sabemos que hay cabezas trastocadas que pueden tomarlo al pie de la letra? ¿Dónde termina la libertad y comienza el enaltecimiento del terrorismo? ¿O es que el terrorismo también es libertad?

Es curioso que griten la ausencia de libertad quienes están saliendo a la calle en plena pandemia mundial. Y resulta sobrecogedor cuando esa misma libertad se ha pedido enarbolando la bandera de una dictadura. Libertad ¿Para quién? ¿Libertad de opresión? ¿Libertad para eliminar las libertades constitucionales?

No, la palabra LIBERTAD no se está usando con sentido común, se está ensuciando, se está restregando por el fango para dejarla sin valor, para vaciarla de contenido y de sentido. 

Y lo peor, parece que debemos consentirlo, o estamos actuando contra la "LIBERTAD". 

© Yashira  2021



Viernes creativos: ¡LIBERTAD!
¿Cuál es vuestra idea de LIBERTAD?


viernes, 26 de febrero de 2021

La peor pesadilla

 

Internet


Hasta ese día había compartido, junto a mi hermano, la habitación de mis padres, pero decidieron pasarme a una propia porque en mitad de la noche me despertaba llorando. 

Y es que, en la madrugada, cuando todo era silencio y oscuridad, comenzaban a llegar, me rodeaban, no hablaban, pero sentía sus súplicas en mi interior. El miedo, poco a poco, se iba apoderando de mí y, antes de que me inmovilizara, me cubría con las mantas. Era en ese momento, bajo las cálidas y no tan protectoras mantas, cuando aquellos seres se desdibujaban, iban alargándose, como retorciéndose y percibía su desesperación al ver que no tenía intención de ayudarles ¿Qué podía hacer? Con cuatro años qué recursos tiene una niña para resolver algo tan complejo y terrible. Aquellos seres insistían, seguían implorantes y desdibujados hasta que, en un alarde de valentía, salía de la cama, de la habitación y trataba de refugiarme en la habitación de mis padres, pero no, la habitación era un área prohibida y pasaba el resto de la noche sentada en el suelo, llorando, apoyada en la puerta. 

Lo más terrible no eran aquellas caras, lo más terrible era la inmensa necesidad de unos brazos que me abrazaran, de una voz que me dijera que no pasaba nada, que todo estaba bien. Mi peor pesadilla era la soledad. 

© Yashira  2021



viernes, 8 de enero de 2021

Cuando hablas de más.

@thundergirl_xtal



Después de la larga conversación, bueno, monólogo, que mi amigo me soltó, supe que, desde el principio, había metido la pata. Esa noche cenábamos en un japonés de renombre, de esos caros y difíciles de pronunciar, tomé los palillos bien cargados de arroz y, sin pronunciar palabra, me dispuse a no hablar más. 
© Yashira  2021


Primer viernes creativo del 2021


viernes, 18 de diciembre de 2020

Estrella de Navidad

 




Una nueva estrella brilla anunciando la venida de nuestra salvación. Tras los oscuros meses pasados, cualquier luz será bienvenida, pero ¿Qué precio habremos de pagar? 
El año comenzó como todos, buenos deseos y nuevos propósitos, pero hoy ¿Quién piensa ya en ellos? Hoy solo hay un deseo, vivir. 
Está en juego algo más grande que nuestra pequeña supervivencia, está en juego la madre tierra, tal y como la conocemos, contra eso no hay vacuna. 
La inmunización prometida salvará seres humanos, pero la humanidad no entiende la necesidad de vacunarse contra la avaricia, contra ese virus consumista que acabará por dejarnos sin posibilidad de supervivencia. 
Nuestro mundo está enfermo, se retuerce moribundo y pide soluciones que no todos entienden. Nosotros somos la enfermedad que rompe el equilibrio causando catástrofes, nosotros horadamos las entrañas y contaminamos aire, agua; asesinamos especies, destruimos a pasos agigantados ¿Dónde se hallará la vacuna contra nosotros? ¿Quién encontrará el modo de salvar este mundo? 
© Yashira  2020


Último viernes creativo de 2020



domingo, 19 de julio de 2020

A la fuga

                      



Tras la victoria de nuestro equipo, decidimos ir, como siempre, a la plaza a festejar. 
El problema era que estaban prohibidos los festejos por culpa del maldito virus, la plaza estaba acordonada y tuvimos que romper los precintos. Comenzamos a gritar y brindar, chapoteando en la fuente sin ningún tipo de recato. Apareció la policía y se mantuvieron formados frente a nosotros que, sin inmutarnos, seguimos con nuestra fiesta. Algo me golpeó, pensé que había bebido demasiado, porque al caer, diría que vi, claramente, a la Diosa Cibeles con las faldas arremangadas, corriendo delante de la policía. Aunque pensándolo bien, no podía estar delante si yo estaba panza arriba, pero que la vi, la vi. 
Cuando desperté estaba sentado en una esquina mirando atónito la plaza con la fuente y los leones, la Diosa había desaparecido. 
Desde entonces se encuentra en busca y captura, parece que se unió a la fiesta y no pudieron detenerla. 
© Yashira  2020



 

La pareidolia es un fenómeno psicológico que consiste en ver figuras que son familiares al ojo humano donde no las hay.

Viernes creativo del bic naranja, aunque sea domingo. 

miércoles, 10 de junio de 2020

Trans


Bebé, Niña, Dormir, Niño, Retrato, Sweet, Hija



Y ella finge que se lo cree cada noche, tumbada en la cama le cuento la historia de su nacimiento, de cómo su madre la amaba más que a nadie en el mundo. Ella sonríe y sus preguntas se suceden una tras otra ¿Cómo nos conocimos? ¿Cómo nos dimos el primer beso? Cuando el sueño vence a su curiosidad, la niña nacida de mis entrañas, abrazada a mi cuello me dice: "Papá, mañana me cuentas más". 
© Yashira  2020